viernes, 16 de noviembre de 2007

Profundizando en el modelo balanceado



Como continuación del artículo anterior, seguiremos profundizando en las estrategias que presenta el modelo balanceado para enseñar a leer y escribir. Ya hemos analizado las estrategias de lectura en voz alta y lectura compartida, para ahora centrarnos en las estrategias referidas a la escritura: la escritura interactiva y la escritura independiente.


La escritura interactiva se lleva a cabo mediante la colaboración entre el profesor y los alumnos.En conjunto escriben un texto. Éste puede ser una transcripción (reconstrucción de un texto existente), innovación (cambio de lagunas partes de un texto existente) y negociación (composición original).


A través de la escritura interactiva los alumnos pueden aprender conceptos acerca de lo impreso, cómo funcionan las palabras, cómo escuchar los sonidos en las palabras y conectarlos con las letras, codificar y decodoficar las letras, cómo escirbir variados tipos de texto, redacción, ortografía, gramática e incluso algún contenido de cualquier subsector.


Es importante incluir esta estrategia en la enseñanza de la lectura y escritura, ya que relaciona ambas habilidades. El niño es capaz de relacionar los fonemas con los grafemas, a la vez.


La escritura independiente es otra de las estrategias del modelo balanceado. En ésta, los alumnos escriben de manera individual, a partir de sus propios intereses y experiencias. Es importante incluir esta estrategia porque los niños desde siempre manifiestan interés por plasmar sus sentimientos y expresiones. Además desarrolla la creatividad y establece el hábito de la escritura.


Ambas estrategias desarrollan la escritura y la escritura de manera dinámica y lúdica, proporcionando un mejor aprendizaje.


Refiriéndome a mi experiencia escolar, mi manera de aprender a leer y escribir fueron muy diferentes a estas estrategias. Uno podría pensar que de igual forma se aprende a leer y escribir, es decir, el objetivo es igualmente cumplido. Sin embargo, el proceso es el que marca la diferencia. Estas estrategias hacen que el alumno se involucre en el proceso, y así lo interioriza de manera más eficiente y significativa. Además, estas estrategias salen del estilo conductista de enseñanza tradicional, e invitan al alumno a aprender de manera entretenida.


En síntesis, se puede decir que todas las estrategias del modelo balanceado tienen como objetivo desarrollar estrategias de lectura y escritura en los alumnos, para que después los alumnos logren autonomía en el lenguaje y se animen a crear con éste.




Bibliografía:
- Baeza, Paz; Solis, Cristina; Suzuki, Emy y Razmilic, Tonia. "Estrategias de enseñanza del programa Ailem - UC, Escritura independiente."


- Baeza, Paz; Solis, Cristina; Suzuki, Emy y Razmilic, Tonia. "Estrategias de enseñanza del programa Ailem - UC, Escritura interactiva."






lunes, 1 de octubre de 2007

Modelo balanceado


Uno de los modelos de enseñanza de la lectura y escritura es el MODELO BALANCEADO. Éste, en su esencia, se caracteriza por la comunicación de significados; el trabajo metalingüístico en contexto; la comprensión lingüística, pragmática y comunicativa; la concepción de que el niño es quien contruye su aprendizaje; una gran importancia a la literatura infantil; autonomía y trabajo en equipo; importancia de la producción escrita por sobre los aspectos motores; la concepción de la base oral de los niños para la lectura y producción de textos; y, la sala letrada como un recurso importante en el aprendizaje.
Para su puesta en práctica, el modelo tiene estrategias definidas. Éstas son: lectura en voz alta, lectura compartida, lectura guiada, lectura independiente, escritura en voz alta, escritura guiada, escritura interactiva y escritura independiente.
En distintos artículos se irán explicando dichas estretegias. En el presente se analizarán las estrategias de lectura en voz alta y lectura compartida.
La lectura en voz alta, se podría decir que, es un nivel más elevado que la lectura independiente. Las ventajas que tiene su aplicación es que desarrolla el escuchar, establece un clima de confianza, aumenta el vocabulario y desarrolla la imaginación y el goce estético. También facilita el aprendizaje de la lectura y escritura, desarrollando el goce por la lectura. Por otro lado, cabe decir que es una estrategia que implica proximidad (que los alumnos se sienten cerca de profesor) y el establecimiento de normas y hábitos. Durante la lectura en voz alta, es importante que el profesor ponga en juego algunas estrategias, como la activación de conocimientos previos, la conexión de información, predecir y clarificar.
Como se había mencionado antes, la lectura compartida es otra estrategia dentro del modelo balanceado. Ésta se caracteriza por la participación de todos los alumnos junto con el profesor. Algunas de las ventajas que tiene su aplicación es el aumento de la comprensión lectora y del vocabulario y el desarrollo de la capacidad para entender y recordar conceptos. También se establece un clima de confianza, desarrolla la velocidad y la fluidez; y, permite la decodificación automática para centrarse en el significado del texto. Además es un buen recurso para motivar a los alumnos con la lectura.
Para implementar esta estrategia, primero se debe presentar el texto, luego hacer una relectura del texto, para después pasar a la lectura idependiente.
Ambas estrategias implican un buen manejo por parte del profesor. Esto significa que la lectura en voz alta y la lectura compartida juegan un papel importante durante la clase, y no están destinadas a formar parte del tiempo que sobra al terminar otra actividad. Éstas deben estar bien preparadas y planificadas, de lo contrario no cumplen el objetivo y no se enseña el foco de enseñanza pertinente para ese momento. En mi experiencia como estudiante de pedagogía, he podido observar que muchas profesoras y profesores no planifican minuciosamente las actividades y, en la mayoría de los casos, deciden hacer lectura en voz alta cuando les sobra tiempo. Todos debemos tener claro que no son actividades de relleno.
Al contrario, si éstas se planifica bien, son una excelente herramienta de trabajo para la enseñanza de la lectura. Se ha comprobado que las ventajas expuestas anteriormente son muy exitosas y tienen consecuencias positivas en los años posteriores. Por estas razones es que animamos a los profesores a implementarlas en sus salas se clases para que la lectura sea algo irremplazable en los alumnos.
Bibliografía:
- Baeza, Paz y Razmilic, Tonia. "Estrategias de enseñanza del programa Ailem - UC, Lectura en voz alta"
- Baeza, Paz y Razmilic Tonia. "Estrategias de enseñanza del programa Ailem - UC, Lectura compartida"
- Baeza, Paz. "Modelo Balanceado: desarrollo de la lectura y de la escritura en el nivel inicial"

domingo, 23 de septiembre de 2007

Leer y escribir desde siempre


Hay quienes piensan que leer y escribir son procesos que comienzan en primer año básico. Personalmente, y de acuerdo a algunas investigaciones, considero que la lectura y la escritura comienzan en el nacimiento. La pregunta es ¿cómo sucede esto, teniendo en cuenta que ambos procesos son complejos? La respuesta la da Alejandra Medina en su ponencia "Leer y escribir desde la sala cuna: entrar en el mundo del lenguaje escrito", al decir que: "Entrar al lenguaje escrito es mucho más que aprender las letras y leer palabras; es aprender a construir los sentidos de un texto, a apreciarlos, criticarlos o recrearlos; es entrar a un mundo infinito de conocimientos, es aprender a percibir una situación comunicativa... es aprender a enfrentar los desafíos de la comunicación para responder a una determinada intención comunicativa."
Refiriéndome a la cita anterior, cabe mencionar que para saber enfrentar los desafíos de la comunicación es fundamental la experiencia con el mundo letrado que hayan tenido los niños en sus casas, con sus padres, con el entorno, con su educadora, con sus pares, etc.
En otras palabras, lo fundamental está en construir significados en la lectura y escritura por sobre decodificar símbolos y caligrafear. La comunicación de sentido es lo medular.
Relacionado con el punto anterior, pero centrándonos en la lectura, cabe decir que el lector es un personaje activo, es decir, un sujeto que procesa en varios sentidos la información presente en el texto.
Todos los seres humanos estamos en permanente lectura. No lo hacemos conscientes, pero si nos detenemos a pensar en todo lo que leemos durante el día nos asombraríamos. Es importante resaltar que lo hacemos con distintos propósitos. No siempre leemos por placer. Hay veces que leemos para obtener una información precisa, para seguir instrucciones, para obtener una información general, para aprender, para revisar un escrito propio o para comunicar un texto a un auditorio. En cada una de estas formas de leer ponemos en juego una serie de habilidades. Es por eso que los educadores deben desarrollarlas en los niños pequeños, de la mejor manera, para lograr un aprendizaje de la lectura exitoso.
El éxito en la lectura pasa por la comprensión. Para esto, los profesores deben enseñar estrategias de lectura, para que los alumnos las interioricen y las ocupen siempre. Estas estrategias son: Activación de conocimientos previos; establecer conexiones entre la información que obtiene del texto con otras informaciones que él ya posee; hacer clarificaciones de alguna palabra o frase en un contexto determinado; hacer predicciones; realizar inferencias; parafrasear el contenido de un texto y visualizar imágenes a partir de la lectura del texto.
Conluyendo, leer y escribir desde el comienzo significa comprender la cultura escrita y desarrollar competencias culturales; descubrir y manejar el principio alfabético y desarrollar una competencia lingüística; y, comprender la naturaleza de los actos de leer y escribir y desarrollar competencias estratégicas para construir significados. Según mi experiencia escolar, la base para el desarrollo de todas las habilidades y competencias a lograr en los años posteriores, es la labor de los padres en poner a sus hijos en contacto con el ambiente letrado que los rodea. Hacerlos conscientes de las letras que invaden nuestro día a día y así insertarlos en el mundo en que viven. De esta manera se logrará una verdadera comprensión y comnicación de significado.

Bibliografía:
- Medina, Alejandra. "Leer y escribir desde la sala cuna : entrar en el mundo del lenguaje escrito"
- Baeza, Paz y Solis, Cristina. "Leer para comprender: estrategias de lectura"

martes, 4 de septiembre de 2007

¿Oir o escuchar?

Aunque la mayoría de las veces no nos damos cuenta, estamos permanentemente rodeados de sonidos en nuestra vida diaria. Hay algunos sonidos que nos molestan, otros que nos agradan, otros que no nos damos cuenta de que están, otros que son significativos, etc. Pero, ¿los estamos escuchando u oyendo? Fácilmente pordríamos creer que es lo mismo, pero existe una diferencia fundamental.Cecilia Beuchat, en su texto Escuchar: el punto de partida dice: "El oir se refiere a la recepción física de las ondas sonoras en el oido. Escuchar, en cambio, incluye además del oir, la capacidad de recibir y responder al estímulo físico y utilizar la información captada a través del canal auditivo. ...El escuchar puede definirse como el proceso por el cual el lenguaje hablado es convertido en significado en la mente."
Según esta distinción, queda claro que en la sala de clases se debe desarrollar el escuchar, para que así el aprendizaje de los alumnos sea realmente significativo. Para lograr lo anterior el profesor debe: desarrollar en los niños una actitud positiva frente al escuchar; generar situaciones que permitan desarrollar el escuchar; trabajar en un programa de desarrollo del escuchar y del lenguaje oral (por ejemplo, dando instrucciones una sola vez, haciendo pausas, etc); aportar múltiples experiencias que permitan a los alumnos enriquecer su vocabulario; generar situaciones en que los niños puedan conversar en forma libre; y propiciar instancias donde se estimule a los niños a tomar la palabra y a sostener discusiones pertinentes a su edad.
El desarrollo del escuchar, además de tener una importancia social (para poder comunicarse), es muy influyente en algunos procesos, como lo es en la lectura.
Por sentido común sabemos que la lectura es importante, pero ¿qué aporte otorga la literatura en el desarrollo de un niño?. La respuesta es variada. Produce agrado, desarrollo de la imaginación, desarrolla el lenguaje, provee experiencias vicarias, ayuda a comprender las conducta humanas, favorece la creación literaria, desarrolla el pensamiento, permite adquirir conocimientos, favorece el juicio valórico y desarrolla el juicio estético.
Frente a todos los beneficios que trae la literatura, el profesor juega un papel esencial al momento de fomentarla en los alumnos. Por lo tanto, éste debe dedicar tiempo a la selección de cuentos y poemas; debe considerar todos los aspectos involucrados al momento de narrar un cuento a los alumnos; debe rescatar el gusto por la poesía; debe ser el mejor lector de poemas; y no puede olvidar la dramatización como una importante estrategia educativa.
Junto con la literatura, es indispensable que el profesor trabaje con el lenguaje a través de los juegos verbales. Éstos se centran en el uso creativo del lenguaje sin dejar de lado el carácter lúdico. Entre ellos están: las aliteraciones y rimas, los juegos de palabras, las adivinanzas y los trabalenguas. Son mecanismos de motivación para los alumnos. Se interesan en el lenguaje y se animan a crear con él. También se puede decir que es un desafío para ellos, y los invita a explorar distintos significados dentro del lenguaje.
Para terminar, es importante rescatar que el escuchar está involucrado en el proceso de enseñanza del lenguaje y juega un rol fundamental. Éste, a su vez, influye directamente en el proceso de la lectura, donde se involucra la literatura y los efectos positivos que ella provoca en el niño. Transversal a todo lo dicho anteriormente se sitúa la labor del profesor, quien es el responsable de generar la situación y de entregar las herramientas para que se logren los beneficios expuestos anteriormente.

Bibliografía:

-Beuchat, Cecilia. "Escuchar: el punto de partida"

-Baeza, Paz y Solis, Cristina. "Desarrollo del escuchar y del lenguaje oral en NB1: algunas consideraciones metodológicas"

-Condemarín, Mabel. "Juegos Verbales"

lunes, 27 de agosto de 2007

Los sonidos de las letras


Según Vigotsky, la Zona de Desarrollo Próximo es la distancia que hay entre el nivel de desarrollo real de los niños y su desarrollo potencial bajo el apoyo de un adulto. Por otro lado, entendemos por conciencia fonológica la toma de conciencia de los componentes fonémicos del lenguaje oral y la adquisición de diversos procesos que se pueden realizar sobre el lenguaje oral.
Bajo la distinción expuesta, ¿se podría considerar la conciencia fonológica como una Zona de Desarrollo Próximo para el aprendizaje de la lectura?
Por supuesto que sí. Numerosas investigaciones han comprobado que la instrucción fonológica es significativa sobre la lectura y la escritura, enfatizando tanto la decodificación como la comprensión lectora. En este sentido, las diferencias en la instrucción fonológica que hayan tenido los niños, no se perciben sólo en la lectura inicial, sino que se extienden hasta cuarto grado.
En un comienzo, las destrezas fonológicas de segmentar, integrar y segmentar-integrar fonemas sobre la lectura, tienen una relación causal con el aprendizaje de la lectura. Sin embargo, avanzada la edad del niño, se produce una relación recíproca entre el aprendizaje de la lectura y los procesos fonológicos.
Los pasos a seguir al momento de desarrollar la conciencia fonológica para enseñar a leer son: entrenar la conciencia fonológica a nivel del fonema (ritmo, segmentación, categorización de sonidos e identificación), trabajo en el aislamiento de fonemas y trabajar la representación de la estructura interna de las sílabas. De esta forma se logra un mayor de desarrollo de las habilidades fonológicas, obteniendo un mejor nivel lector en primer año.
Lo que se ha expuesto anteriormente se refiere al desarrollo de habilidades fonológicas para potenciar el aprendizaje de la lectura, pero ¿cómo evaluamos dichas habilidades? Existen muchas tareas para realizar la evaluación. Entre ellas está: la duración acústica, la identificación de palabras, el reconocimiento de unidades, las rimas, la clasificación de palabras, la combinación de unidades, el aislamiento de unidades, contar unidades, descomponer en unidades, añadir unidades, sustituir unidades, suprimir unidades, especificar la unidad suprimida, invertir unidades y escritura inventada. Todas estas tareas varían al momento de evaluar, ya que interfieren distintos factores dentro de cada tarea. Por otra parte, cabe decir que las tareas tienen distintos niveles de complejidad, lo que indica una secuencia evolutiva al momento de evaluar.
En conclusión, la activación de los procesos fonológicos en la enseñanza preescolar desempeña un papel impulsador de la decodificación, ya que compromete a los niños en el dominio de los componentes fónicos del lenguaje oral y facilita su asociación con la escritura.

lunes, 20 de agosto de 2007

¿Cómo aprendemos a leer?


En nuestra vida cotidiana estamos rodeados de letras, palabras, oraciones y textos que tienen un significado. ¿Por qué no tomar en cuenta la experiencia que tienen los niños con esos símbolos al momento de comenzar la enseñanza formal de la lectura? Erróneamente se cree que los niños aprenden a leer en Primero Básico. Según esta consideración, los niños no serían capaces de interpretar los símbolos con los que viven y experimentan cotidianamente, y por otra parte, la educación preescolar dejaría de lado el proceso de enseñanza de la lectura.
Claramente, esta postura está equivocada, ya que numerosas investigaciones prueban que los alumnos traen infinitas experiencias con el medio que son la base para el aprendizaje de la lectura. Por otra parte, muestran también que una estrategia de aprendizaje que sólo se centra en el primer ciclo básico es insuficiente, ya que el trabajo en programas preescolares es determinante para el aprendizaje lector del primer año básico, siendo a la vez decisivo para el resto de la etapa escolar básica.
Tomando en cuenta la rica experiencia que traen los alumnos acerca de lo impreso, según expone Paz Baeza en uno de sus textos, "la alfabetización inicial es un proceso mediante el cual el niño construye los conceptos sobre las funciones de los símbolos (letras y números) y del material impreso. Este conocimiento está basado en las experiencias lingüísticas significativas facilitadas por interacciones con adultos y con el medio."
Toda la experiencia que trae el alumno y el contacto permanente que éste tiene
con lo impreso, nos conduce a reflexionar acerca de la continuidad de este proceso. No existe por tanto un momento determinado para comenzar la enseñanza de la escritura, y tampoco un momento en que se termina. Empieza con el nacimento y cada vez se va perfeccionando y adquiriendo niveles progresivamente más complejos. Lamentablemente esta progresión se ve interrumpida por el paso del preescolar a la educación escolar. No existe una continuidad entre ambos proyectos. Por esta razón, Luis Bravo propone integrar la educación pre-escolar con Primero Básico realizando programas de contenidos en conjunto.

Para llevar a cabo los aspectos mencionados anteriormente y lograr en los alumnos una exitosa alfabetización inicial, el educador debe involucrar a los alumnos en la lectura y en la escritura desde el primer día de clases, debe crear un ambiente textualizado, que el lenguaje escrito sea una parte funcional e importante del aula e involucrar a los niños en juegos y actividades en los cuales el lenguaje escrito funcione para lograr determinados objetivos.
Reflexionando, queda claro que es fundamental que los alumnos se involucren e interactúen con lo impreso, en un ambiente contextualizado. De esa manera lograrán una adecuada alfabetización, logrando también un excelente rendimiento en toda la educación escolar.

Bobliografía:
Baeza, Paz, "¿Qué se entiende hoy por alfabetización inicial?"
Bravo, Luis, "La alfabetización incial: un factor clave del rendimiento lector"